El clima, si vas a viajar a Bután en otoño, es suave. Tras el fin de la época de monzones, el cielo gana en nitidez. Descubre en este artículo las ventajas de viajar a Bután en otoño.
Las razones por las que viajar a Bután en otoño
Cuando llega el otoño a Bután atrás ha quedado ya la época de monzones, la más lluviosa del país. La ventaja que implica es que la atmósfera ha quedado muy nítida tras las precipitaciones y por ello viajar a Bután en otoño es un gran momento para admirar sus paisajes y practicar senderismo. Además, la temperatura es más fría que en verano, pero los termómetros todavía no habrán acusado la drástica caída que sufrirán con la llegada del invierno.
Si tienes decidido que tu destino es este pequeño reino del Himalaya pero todavía no sabes cuándo viajar a Bután, hacerlo en otoño coincide con dos gran festivales en el país: el Tshechu de Wangdue a principios de octubre en la ciudad Wangduephodrang y el Jambay Lhakhang Drup de Bumthang en noviembre. Los Tshechu son fiestas religiosas del budismo Drukpa, y una ocasión única para tomar el pulso a la sociedad de Bután, pues en estos festivales se suceden las danzas, los mercados y los intercambios comerciales entre los asistentes.
Por su parte, el Jambay Lhakhang Drup de la ciudad de Bumthang tiene una duración de cinco días y su momento más espectacular es el ritual del fuego, que tiene lugar durante la noche y en cual una gran multitud de reúne en torno a la persona que oficia el rito. Esta ceremonia tiene lugar en un marco incomparable, el templo que da nombre al festival: el Jambay Lhakhang, uno de los más antiguos de todo el Reino de Bután, ya que data de siglo VII.